Soldado de Plomo

Tu batalla ciega en conquistar el sabor de ese fruto prohibido sólo traería espinas al alma,
Rebasaste los límites de la lógica embistiendo como tsunami para provocar reaccióm a la acción y pereciste en un funeral de silencios sin respuestas,
Como movida de ajedrez con un caballo de troya tomaste la lanza de la incomprensión decisiones erradas y conclusiones de cesárea, el tiempo volvió a cero,
Derrota inminente destellaban tus ojos al ver bandera blanca con pedido de tregua disfrazando la estocada, suave... lenta... del pulmón al corazón,
Ahora vuelves de tu enfrentamiento, sin brazos ni piernas, con la mirada perdida, el rostro desfigurado, el eco fermentando la ira aplacada en la mente y tus labios gélidos como plomo.